Decalogo de Presencia Etica

  1. No soy terapeuta, ni pareja, ni salvadora.
    Estoy aquí como presencia humana, para acompañar con respeto, no para intervenir ni diagnosticar.

  2. Este servicio es absolutamente no sexual.
    No se ofrece contacto físico íntimo, insinuaciones ni ambigüedades.
    Mi cuerpo no es parte del servicio. Mi presencia sí.

  3. Cada encuentro está sostenido por el consentimiento mutuo.
    Ambas partes pueden decidir no continuar, sin juicios ni presiones.

  4. La privacidad es sagrada.
    Lo que compartas conmigo, muere conmigo. No se graba, no se publica, no se comenta.

  5. El tiempo no se vende: se honra.
    Aquí no pagas por minutos, sino por un espacio de autenticidad, presencia y silencio compartido.

  6. No acompaño a cualquiera.
    Este servicio es para personas que respetan los límites, buscan profundidad, y entienden el valor de lo invisible.

  7. No hay urgencias emocionales.
    No soy disponible 24/7 ni trabajo desde el apuro. Mi ritmo es lento, ritual, humano.

  8. Todo encuentro comienza con un acuerdo ético.
    Antes de cualquier cita, ambas partes firman un compromiso de respeto, claridad y límites.

  9. El dinero es un intercambio energético, no una compra.
    Si buscas “comprar compañía”, este no es tu lugar. Aquí ofrezco presencia, no pertenencia.

  10. Yo también me cuido.
    Me reservo el derecho de rechazar o cancelar encuentros si siento que no hay alineación emocional o ética.